Nuestro tiempo nos ofrece un renacer indígena en el que no sólo los propios pueblos juzgados como muertos, desaparecidos, mixturados, aculturados, toman la palabra para disputar esas nociones que pretenden una extinción que nunca llegará, sino en el que se combaten imaginarios estereotipantes construidos desde el mismo momento en el que el colonialismo puso el pie en el Abya Yala. En ese proceso de renacer, renovación y semillar debemos ubicar la poesía de Sergio Ferrer Acevedo.
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